Reivindicación de la generosidad

Xavier Marcet:

Este podcast es posible gracias a Inusual, una comunidad de líderes que no solo hablan de cambio, sino que lo practican. Porque liderar no es hablar de transformación, es atreverse a encarnarla. Soy Xavier Marcel y te doy la bienvenida a mi podcast. Un espacio para la generosidad. Una empresa no es un enjambre de máquinas con un ramillete de procesos que funciona como un reloj.

Xavier Marcet:

Una empresa son personas, de hecho también lo son los clientes o los mercados, como el libro que escribió mi añorado profesor Joseph Chías, un libro fantástico, el mercado son personas. Creo que la vida desborda los ERP y y que la vida no cabe en un Excel. Incluso en fábricas donde la sincronía entre equipos, la relación entre personas y máquinas y los sistemas ágiles son extraordinarias. Pienso, por ejemplo, el caso de de Simón de Olot o o de alguna de las fábricas de fluida que he visto, incluso en estos casos, el papel de las personas es determinante. Y en estas organizaciones, donde las personas son la única gama masa crecimiento a comunidades alrededor de un propósito, 1 se plantea si puede existir la generosidad.

Xavier Marcet:

Entendemos la generosidad como aquello que 1 ofrece sin esperar un beneficio a cambio. Bien, la tesis que quiero defender en este podcast es que las empresas donde escasea la generosidad son menos competitivas. Sin generosidad las empresas son ecosistemas mucho más frágiles y cuando me refiero a la generosidad es obvio que pienso la generosidad que va de la empresa hacia sus profesionales y también de los profesionales a la empresa o a los clientes, que en el fondo lo repito constantemente pero es importante recordarlo, son los que permiten que la empresa subsista. Cuando en una empresa no queda generosidad, por ejemplo, para ayudar a aprender, para una cordialidad que no sea convencional, para un esfuerzo necesario, para echar una mano a alguien, entonces es que la empresa ha emprendido el camino de una mala robotización, mala robotización. No lo que distingue a las personas de las máquinas inteligentes y estas máquinas de automatismos de alta complejidad son precisamente cosas como la generosidad.

Xavier Marcet:

No encontrarán un algoritmo para la generosidad, no lo encontrarán. Si algo va a caracterizar las empresas del futuro es su capacidad de combinar continuidad y cambio, saber que hay que mantener, saber que hay que adaptar y saber que hay que transformar. Sin un espacio para la generosidad de este tipo de cambios son mucho más difíciles. Por bien planificados que estén los proyectos de cambio, necesitan este margen de cordura, de entrega, de paciencia que permite a la generosidad. Los cambios son un viaje que sin generosidad devienen trayectos desangelados.

Xavier Marcet:

Pero, ¿es posible triunfar en una empresa practicando la generosidad? O, más bien, el referente sería tipo lobo de Wall Street, acuérdense de la película. Es posible, digamos, que haya negocios que se practiquen lejos de esta lógica de no tener piedad? Pues, sinceramente, creo que nos hacemos la pregunta al revés. La pregunta debería ser para cuando no existe la piedad.

Xavier Marcet:

Por ejemplo, nos preguntamos si es posible ser buen profesional y buena persona. Quizás la pregunta debería ser otra, ¿es posible que algunos grandes necios sean considerado buenos profesionales, buenos directivos, buenos líderes? Pues, es que la calidad humana cuenta. Es que la calidad humana es lo que hace la diferencia. Empresas de gente buena y de buena gente, y una de las formas de expresión de la buena gente es la generosidad.

Xavier Marcet:

Las empresas donde no queda margen para la generosidad necesitan protocolizar hasta el aire que respiran, Necesitan comités para reescribir la obviedad y carteles en cada esquina llenos de valores altisonantes. No la falta de naturalidad y de generosidad burocratiza hasta el propio sentido común. Una forma importante de generosidad en las organizaciones es aceptar la responsabilidad de asumir un determinado cargo desde el que servir a los demás. Me acuerdo de un fin de semana que estuve con un encuentro de directores de escuela y de instituto, tanto públicos como privados. Rápidamente, entendí que aceptar el cargo de director de un centro educativo tenía mucho más que ver con la generosidad que con el poder, que tenía que ver con eso que mucha gente llama complicarse la vida, y que entendí que sin gente que se complica la vida, la vida de las organizaciones es mucho menos digna.

Xavier Marcet:

Cuando las empresas organizaciones no hay gente que quiera complicárselo la vida con generosidad, es que creo que no hay otra perspectiva que la decadencia. Ejercer este tipo de responsabilidades es una forma de generosidad. Hablo con muchas empresas preocupadas por la necesidad de darles más espacio a los mandos intermedios que juegan un papel fundamental en cualquier empresa a la hora de crecer, de ser ágiles, de de hacer vivir la cultura. Los mandos intermedios son muy importantes. Incorporar los mandos intermedios al perímetro directivo, en vez de tenerlos como encargados o coordinadores de servicios, para mí es el camino.

Xavier Marcet:

Es verdad que algunos son renuentes asumir este tipo de responsabilidades, pero hay que crear este clima necesario para que asumir este tipo de responsabilidades que te complican la vida surjan de la generosidad. Las empresas necesitamos gente generosa que quiera asumir este tipo de liderazgos basados en servir a los demás. Sin esto, las empresas caemos en este tipo de burocracia que enmascara, que enmascara el gen de la esclerosis corporativa. La salud de una empresa tiene que ver con sus índices de generosidad espontánea. Un poco de generosidad nos ahorraría tantísimas normas, tantísimos comités inútiles y tantísima tontería, pero la generosidad florece donde hay equilibrio, donde hay equilibrio.

Xavier Marcet:

Las empresas son un ecosistema frágil donde el equilibrio es fundamental. Si los líderes, si los que representan a la propiedad no son generosos, no hay nada que hacer. Peor, a alguien se le ocurrirá a alguien se le ocurrirá montar un curso de generosidad. Mire, no no hace falta cursos, hacen falta ejemplos. Una empresa es más sólida con una cultura que contemple la generosidad como algo natural.

Xavier Marcet:

Una gran empresa lo es también por su generosidad con sus profesionales y con sus clientes. Ahora pienso, por ejemplo, en la editorial del Vive, es una verdadera referencia en el mundo de los de los libros, de los materiales educativos, es una buena prueba de que competitividad y generosidad no solamente son compatibles, sino que se retroalimentan la una a la otra, competitividad y generosidad. Hace unos 10 años, un jovendísimo profesor de la Barton School, Adam Grant, tuvo impacto hablando de la generosidad de la empresa y demostrando cómo ser generosos podía ser, además, una muy buena forma de ser competitivos, competitivos. Él distinguiría 3 perfiles de personas en las empresas. Los takers, aquellos que van a la suya y solo les rige el interés personal.

Xavier Marcet:

Los matchers, aquellos que equilibran lo que aportan con lo que sacan, son gente, por decirlo de algún modo, que lleva la cuenta. Y finalmente los giveers, aquellos que dan sin esperar nada a cambio y que aportan mucho más de lo que reciben, practicando un modo de generosidad compatible con sus responsabilidades y también con su equilibrio personal. Las empresas son mejores con más givers que takers. Sencillamente, sin generosidad, es imposible crecer haciendo crecer a los demás. Liderar es asumir la complejidad sin miedo a la incertidumbre.

Xavier Marcet:

Es entender que lo importante es crecer haciendo crecer. Una teoría bonita, es una práctica exigente. Menos artificio, más autenticidad, Menos procesos vacíos, más propósito real. Este podcast existe porque en inusual sabemos que el liderazgo nos enseña, se vive. Seguimos en el próximo episodio.

Creadores e invitados

Xavier Marcet
Anfitrión
Xavier Marcet
President Sarah Marlex | Founder and President en Barcelona Drucker Society
Reivindicación de la generosidad