El Podcast de Xavier Marcet

Este podcast es posible gracias a Inusual, una comunidad de líderes que no solo hablan de cambio, sino que lo practican. Porque liderar no es hablar de transformación, es atreverse a encarnarla. Soy Xavier Marcel y te doy la bienvenida a mi podcast. Construir. La directora de enfermería de un hospital me cuenta lo mismo que la propietaria de un buen número de franquicias de hamburgueserías, nada que ver entre ellas.

Pero ambas ruegan a sus colaboradores que no les traigan problemas. Les piden otra cosa, les piden que encapsulen los problemas en propuestas de solución. No es lo mismo depositar los problemas en la mesa, la mesa que corresponda, que intentar construir soluciones. Hay empresas, hacemos un poco de gracia, hay empresas en las que los de arriba disparan power point hacia abajo y los de abajo responden disparando problemas hacia arriba. No, lo que necesitamos es crear culturas para construir juntos.

Construir es la palabra para enfrentar los problemas y los dilemas, evidentemente, con todas las miradas posibles. Todos escuchan, todos proponen, aprenden juntos, nadie gana la batalla por su cuenta, enfrentan el reto de construir. Mira, admiro a esa gente que construye empresas y organizaciones que valen la pena, que las construya desde la tenacidad y el esfuerzo. No hay nada serio que surja sin esfuerzo. Me me impresiona lo que hizo el padre José María Arismendi Arrieta para crear lo que es la corporación Mondragón en los años 40, es impresionante.

Y también lo que hace hoy, por ejemplo, Begonia Gas con la Fundación Elinda, intentando construir oportunidades para jóvenes que las extraviaron. Me impresiona, los que me conocen saben que es 1 de mis clásicos, me impresiona la historia de Adriano Guliette en Ibrea, en Italia, cerca de Torino, por todo lo que fue capaz de construir, que era mucho más, mucho más que una empresa. De hecho, lo heredó ya en un formato bien especial de su padre Camilo Olivetti. En general, me impresionan los que levantaron grandes empresas sin perder la humildad, ni militar en la ostentación. A mí siempre me parece la ostentación una vulgaridad.

Gestionar el éxito, pues, sin ataques de importancia. Y esto no está al alcance de cualquiera, La la arrogancia se se escapa por las culturas de la falsa humildad. No, necesitamos reconocer más a esta gente que construye, construye sin altivez, que construye. Construye es el reto, crear algo consistente, como empresario o como como profesional o como lo que quieras, ¿no? Crear, concretar, repensar, rehacer, caer, levantarte, volver a concretar.

Este es el swing de los que construyen. Construir sin cansarse de 1 mismo, construir con propósito y y oteando un legado final, y sortear, pues, con una cierta amabilidad las adversidades. Construir sin dejar de respetar, crecer haciendo crecer, no olvidar de los esfuerzos propios ni tampoco los ajenos. Reconocer a los compañeros de viaje, reconocerlos con más generosidad que sinceridad si queréis. Siempre hay que gestionar más la sinceridad que la generosidad.

Construir es construir con otros y para otros, y aprenden a surfear los tóxicos, empantanarse en la lógica de los que destruyen con una sistemática cotidiana, ¿no? Pues pues cuando 1 se encuentra con una persona tóxica es mejor que se lo casi que se lo quede para sí mismo, son situaciones que es mejor que es mejor compartir, pues porque son duras. Llevarlos solo no no es una gran idea, ¿no? Compartir esta, y sobre todo evitar que esta gente te impida construir, Y esto me parece que es que es importante evitar el bloqueo de los tóxicos a lo que queremos construir, que nos consuman, evitar que nos consumen las energías esenciales. Y a veces, pues también, pues buscar este equilibrio, intervención de ingenuidad y al dar otra oportunidad, ¿no?

Pero no, no, construir es muy importante, no debemos dejar que los tóxicos nos bloqueen. Para construir, bueno, necesitamos un determinado perfil de gente, mejor que sean autónomos, Bueno, que ni piden ni requieren gente que los controle, dar con los que vienen motivados de casa, con los que aspiran a solamente a una cosa, y es que no los desmotiven. Intentar dar con los que aprenden rápido, y sobre todo con los que no se amagan, no se esconden cuando pintan pastos. Para construir hay que crear equipos con más pasión que planes. Los planes se pueden imprevisar, la la pasión no la pasión no se improvisa.

No, necesitamos este tipo de gente que no sabía que era imposible. Para construir necesitamos emprendedores que no sobreactúen, gente que no lo sepa todo, gente que haga buena síntesis, gente capaz de cruzar mundos y vergentes, gente que distingue bien entre la simplicidad, que es la adherencia a lo fácil, a la sencillez, que es hacer que lo difícil parezca fácil. Construir, construir con un buen equipo es además las mejores sensaciones que que 1 puede tener, es de las veces que más he disfrutado. Cuando fichemos a alguien, hay que escuchar lo que nos dice más allá de lo que expresa. Entender si estamos incorporándolo a alguien que es versátil, si es alguien que nos saldrá para construir con planes o si es alguien que además le brillarán los ojos.

Gente positiva, que cuando critica no enfunda la empatía y desenfunda la altivez, no. Necesitamos personas dispuestas a crecer y a complicarse un poco la vida por los demás, por el proyecto. Gente capaz de comprometerse con algo más que con sí mismos, definitivamente construimos mejor con egos contenidos. Es descorazonador dar tanto volumen a los que se han especializado solo en destruir. Proyectos, pasiones, convivencias, su verbo es destruir, el nuestro tiene que ser construir.

Necesitamos una sociedad que respete más a los que arriesga, a los emprendedores y a todos aquellos que nos generan propuestas de prosperidad. Construir es al final construir nuestro legado. Construirles al final, construirnos nosotros mismos. Liderar es asumir la complejidad sin miedo a la incertidumbre. Es entender que lo importante es crecer haciendo crecer.

Hermanishmen humanista no es una teoría bonita, es una práctica exigente. Menos artificio, más autenticidad. Menos procesos vacíos, más propósito real. Este podcast existe porque en inusual sabemos que el liderazgo nos enseña, se vive. Seguimos en el próximo episodio.